miércoles, 10 de septiembre de 2008

La jornada acaba


Este cuadro es muy especial por lo que significa. No hay estrellas ni deportistas famosos; tan sólo un jugador desconocido que se marcha a casa tras una jornada de juego. He recibido alguna pregunta que porque se va y no viene a jugar. Muy fácil: la sombra que se arrastra hacia la izquierda es una sombra más definida y caida, típico de la luz mediterránea a ciertas horas de la tarde. Al ser un cuadro "en blanco y negro" los tonos de color de los amanecers y atardeceres no están, pero esa es la pista que he dejado.
Pintado al óleo sobre tabla (apunte). Mide 27 x 16 cm.

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